La película nos muestra a Adam, la criatura que creo el doctor Frankenstein hace ya doscientos años. Lejos de ser el monstruo que era en la película original, ahora Adam es bueno e incluso lucha para ayudar a la humanidad.
El mundo de Adam es muy distinto al que vio en su nacimiento. Ahora la Tierra es un desastre y de desangra por una guerra entre todo tipo de criaturas, como las gárgolas, los demonios e incluso vampiros y hombres lobos.
Adam es un héroe, pero además de hacer de héroe de forma altruista también lo hace por obligación. Esto se debe a que los demonios andan tras sus pasos con la intención de saber los pasos a seguir para que un cadáver resucite.
Y es que no hay que olvidar que Adam se creó a partir de partes de cadáveres, algo que a los demonios le interesa mucho para poder crear su propio ejército maligno.
Un enrredo desde el principio al fin, poco argumento, juegan más con los efectos especiales, como las gárgolas que cobran vida, que protegen de los demonios y claro una guerra entre ellas y los demonios, solo buena para quien disfruta de los efectos especiales y quiere pasar el rato, nada de argumento, puntuación cuatro.
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