
Han pasado quince años desde que Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) vivieron la aventura que los hizo famosos. Tras probar el sabor de la sangre siendo unos niños, ambos se han convertido en unos auténticos justicieros, dispuestos a todo para vengarse. Pero ahora, sin que ellos lo sepan, también se han convertido en la presa, y tienen que enfrentarse a algo mucho más siniestro que las brujas: su pasado.
Es una película con una argumento muy pobre, se basa en parte en el cuento clásico de los hermanos perdidos en el bosque y de pronto da un giro extraordinario, los ehrmanos se han vuelto cazadores de brujas porque su madre era una bruja blanca, en realidad termina siendo toda una tontería, puntuación tres.