Walter Goodfellow (Rowan Atkinson), el bienintencionado párroco de Little Wallop, está tan obsesionado con escribir el sermón perfecto que ni ha notado que su mujer, Gloria (Kristin Scott Thomas) tiene una aventura con su profesor de golf, el hortera Lance (Patrick Swayze). Tampoco se ha fijado en que su hija Holly cambia de novio todas las semanas y que su hijo Petey se ha convertido en el principal objetivo de todos los matones del colegio. Gloria tiene la impresión de que está perdiendo el control sobre su vida. Está harta de los ladridos incesantes del perro del vecino, de su matrimonio sin amor y de las aventuras de sus hijos adolescentes, y reza todas las noches para que la salven. Y aparece Grace (Maggie Smith), que llega como agua de mayo. Es la nueva ama de llaves, una dulce señora mayor, encantadora y discreta, que tiene unas ideas muy poco corrientes sobre cómo llevar una casa y además asesina secretamente a quien les da problemas a la familia. Después de ser descubierta por Gloria y su hija, ellas no toman muy bien la noticia pero Grace le revela a Gloria que es su madre, así que ella la deja ir. Luego de un tiempo Gloria toma la misma costumbre de arreglar problemas, y todo sin que Walter se entere.
Empieza cuando una mujer viaja en el tren embarazada y resulta que lleva consigo los cadáveres de su esposo y la amante de este, por lo que es condenada a permanecer en un centro psiquiátrico por 40 años, mata personas sin ningún sentimiento de culpa, luego llega a una familia que resulta ser su hija y sigue con sus crímenes para conseguir la familia perfecta, una película de humor negro, puntuación siete.
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