Allison Scott (Katherine Heigl) es una exitosa y guapísima periodista de 24 años con una brillante carrera desde que salió de la universidad. Por desgracia, no todo sale como estaba previsto cuando, después de una noche de fiesta en la que se acostó con Ben Stone (Seth Rogen), descubre que está embarazada de él y ni siquiera le gustaba.
Ante la posibilidad de enfrentarse a la maternidad sola o de conocer mejor al padre, Allison decide dar una oportunidad al inmaduro, sucio, desordenado y simple de Ben. Ben, un joven algo adicto al sexo pero basicamente reflexivo, cuyos amigos al comienzo son considerablemente mas adictos que el, y que, al igual que ellos, no quiere crecer, se da cuenta de que debe tomar una decisión: quedarse o salir huyendo y no volver a saber nada de la madre y de su futuro hijo.
Pero salir con la mujer a la que acabas de dejar embarazada es más difícil de lo que podría parecer. No tardan en darse cuenta de que no son exactamente sus respectivas medias naranjas, de que no tienen nada en común, no se entienden.
Para colmo de males, el único ejemplo de jóvenes padres son Debbie (Leslie Mann), la agobiada y fiestera hermana de Allison, y el calzonazos de Pete (Paul Rudd). La joven pareja no sabe qué hacer ni como enfrentarse a su futura maternidad. Puntuación siete.
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