Los ricos siempre han tenido privilegios sobre los demás y en la pelicula The Final Cut (conocida como “La Memoria de los Muertos” en español) este privilegio se llama Zoë y viene en forma de chip. Este chip se implanta al nacer, de manera que graba toda la vida de la persona, que luego se puede ver cuando la persona muere.
Evidentemente, no todo se ve, ya que hay que editar el vídeo. Esto parece una ventaja, pero no a todo el mundo le parece bien, y de hecho el comportamiento de las personas cambia, puesto que saben que todo lo que hacen se graba.
También hay gente que vive de estos chips, como los montadores de las grabaciones, que cuando una persona muere tienen que seleccionar los mejores momentos de su vida y eliminar lo malo.
A eso se dedica Alan, un editor famoso por lo bien que trata las imágenes y porque no tiene problemas para dejar de lado lo peor de sus clientes. Gana mucho dinero, pero poco a poco se empieza a ver afectado, sobre todo cuando al editar las imágenes de un amigo muerto, se ve a sí mismo de niño en una situación que va a cambiar su vida de adulto.
A eso se dedica Alan, un editor famoso por lo bien que trata las imágenes y porque no tiene problemas para dejar de lado lo peor de sus clientes. Gana mucho dinero, pero poco a poco se empieza a ver afectado, sobre todo cuando al editar las imágenes de un amigo muerto, se ve a sí mismo de niño en una situación que va a cambiar su vida de adulto.
Es curioso que otra película se llame precisamente más allá de la vida, pero solo es coincidencia en el nombre, mas no en el argumento, creo que el argumento está muy bien trabajado, y su función la de editor también, es curioso que en la película se hable del suicidio y es como funalmente muere Robin Williams, es una película que nos llama a reflexión, que nos va atrapando desde las primeras escenas y que luego da un giro inesperado, muy recomendable. Puntuación nueve.
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