Brandon (Michael Fassbender) es un treintañero neoyorquino con serios problemas para controlar y disfrutar de su vida sexual. Se pasa el día viendo páginas pornográficas y manteniendo contactos con solteras de Manhattan.
Es una historia con mucho contenido sexual, se acuesta con todas las que puede, aunque no es el único, lo mismo hace su jefe, quien está casado, lo hace su hermana quien se acuesta con hombre casados, lo hace la compañera de trabajo, y si bien disfrutan de ese pequeño momento, el resto de su vida es miserable, así que el sexo funciona casi como una droga que les permite por un momento olvidar su miserable existencia.
Brandon en su desesperación por chicas llega a meterse a un bar de homosexuales y tener relaciones con uno de ellos, su vida es un desastre porque es un adicto al sexo. A pesar que hay un argumento, la película no es fácil de entender, complicada, se requiere verla más de una ves, puntuación seis.
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