Durell y LeeJohn son mejores amigos y torpes delicuentes. Cuando se les dice que tienen una semana para pagar una deuda de $17,000 o Durell perderá a su hijo, se les ocurre un loco plan para robar la iglesia del vecindario. En su lugar, pasan la noche con la presencia de Dios y son obligados a tratar con mucho más de lo que esperaban.
Una trama muy mala, una película para el olvido, malísimas actuaciones, puntuación cero.
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